de la coladaLimpieza y organización

¿Deberías lavar la ropa nueva antes de usarla? Los profesionales de la lavandería dicen que hay una solución.

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  • Los expertos coinciden: es necesario lavar la ropa nueva antes de usarla.
  • Cuando recibes ropa nueva, ya ha estado en varios entornos con suciedad, moho y bacterias desconocidos.
  • Puedes mantener tu ropa como nueva por más tiempo con unos sencillos consejos de cuidado.

Después de comprar una camisa o un vestido que te encanta, es natural querer usarlo de inmediato. Incluso puede que te guste el olor a ropa nueva. Sin embargo, siempre está la idea de cuántas manos tocaron la prenda antes de que finalmente la descolgaras de la percha.

Entonces, la pregunta es: ¿Deberíamos lavar la ropa nueva antes de usarla? Consultamos a dos expertos para que nos dieran su opinión sobre si podemos estrenarla inmediatamente o si es mejor tener paciencia.

Conozca al experto

  • Robin Murphy es el fundador del servicio de limpieza del hogar Maid Brigade.
  • Wendy Saladyga es experta en manchas y gerente senior de Henkel.

Si bien es fácil y conveniente ponerse la ropa nueva de inmediato, los expertos coinciden en que es mejor lavarla antes.

“Para la mayoría de las personas, el riesgo de que algo malo ocurra es mínimo, y el encogimiento, la decoloración o la alteración de la textura de ciertas telas también es una preocupación real”, afirma Robin Murphy, fundadora del servicio de limpieza Maid Brigade. “Pero, cuando piensas en todas las manos por las que han pasado esas prendas, los químicos que se usan para mantenerlas sin arrugas e incluso las bacterias que podrían estar acechando al guardarlas o probarlas, es un poco más difícil de ignorar”.

Esto inclina la balanza a favor de lavar rápidamente la ropa antes de usarla, al menos para los artículos que entran en contacto directo con la piel, dice Murphy.

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Mirando ropa en una tienda

Marcus Chung / Getty Images

Aunque la ropa nueva puede parecer limpia, en realidad puede contener una sorprendente cantidad de suciedad y acumulación.

“Para empezar, las telas suelen tratarse con tintes, acabados a base de formaldehído y otros productos químicos para mantener su aspecto fresco en los estantes de las tiendas”, explica Murphy. “Esto puede causar irritación de la piel, reacciones alérgicas o simplemente ese extraño olor a ropa nueva”.

También está el hecho de que la ropa es manipulada por mucha gente, antes y una vez que llega a la tienda.

“Ya sea que la ropa se haya comprado en una tienda o en línea, es posible que otro consumidor la haya probado”, dice Wendy Saladyga, experta en manchas y gerente sénior de Henkel.

Los trabajadores de fábricas, el personal de almacén y los empleados de tiendas también tienen que entrar en contacto con la ropa como parte de su trabajo.

“Con el tiempo, [la ropa nueva] puede acumular bacterias, moho o incluso algún que otro piojo o chinche. Es raro, pero sucede”, advierte Murphy.

Sin mencionar que la ropa guardada en contenedores de almacenamiento o de envío puede absorber polvo y olores, lo que le da un “olor a fábrica”, agrega Murphy.

Lavar ropa de color

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Para mantener tu ropa nueva fresca después de cada lavado, sigue estos protocolos:

  • Lave juntos colores y texturas similares: Además de clasificar por color, es útil agrupar por peso y textura. “Esto puede evitar la formación de bolitas, la transferencia de pelusa, los enganches y el secado excesivo”, dice Murphy. “Las telas pesadas como los vaqueros y las toallas pueden ser demasiado ásperas para las telas más suaves como las camisetas”.
  • No sobrecargue la lavadora: Llenar la lavadora con ropa crea fricción entre las telas, lo que provoca decoloración, desgaste o incluso que la ropa no quede completamente limpia.
  • Guarda la ropa correctamente: “Doblar las prendas de punto, como suéteres y cárdigans, evita que se estiren, mientras que las prendas con estructura, como blazers, abrigos, camisas y vestidos, deben colgarse para que conserven su forma”, dice Murphy. “Evita las perchas de alambre, ya que pueden deformar los hombros de las prendas con estructura con el tiempo”.
  • Lavar la ropa al revés: dar vuelta la ropa, especialmente aquella que tiene colores y estampados, evita que se destiña y se frote con otras telas.
  • Use un detergente suave: Dado que los detergentes fuertes pueden dañar la tela con el tiempo, Murphy sugiere optar por uno suave. En cuanto a las manchas, recomienda tratar la zona con un quitamanchas o una solución natural (como bicarbonato de sodio o vinagre), en lugar de lavar toda la prenda.
  • Secar a baja temperatura y retirar la ropa pronto: Hablando de cuidado, el ciclo delicado de la secadora también es clave para mantener la ropa como nueva. “Las altas temperaturas pueden encoger, debilitar y desteñir las telas”, explica Murphy. “Use una temperatura baja y retire la ropa mientras aún esté ligeramente húmeda para evitar que se seque demasiado y reducir las arrugas”.
  • Lee la etiqueta de cuidado: ¿Aún no sabes qué hacer? La etiqueta de tu ropa suele indicarte todo lo que necesitas hacer para lavarla, secarla y plancharla. Sigue las instrucciones para mantenerla en perfecto estado, ya que cada prenda tiene sus propias necesidades.

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