El amoniaco limpia suelos, microondas y hornos con restos de comida quemados. Pero ¿es la mejor opción para limpiar el hogar?
El amoníaco , un compuesto de nitrógeno e hidrógeno, suele promocionarse como un “limpiador natural”, pero este es un caso en el que lo natural no siempre es lo mejor. El amoníaco es conocido por su olor muy penetrante . El olor por sí solo puede ser abrumador y es posible que se le empiecen a llenar los ojos de lágrimas en cuanto lo huela, incluso en las bajas concentraciones que suelen reservarse para la limpieza del hogar. Es así de fuerte. A muchas personas les desagrada el olor y se preguntan cómo algo que huele tan fuerte puede limpiar con tanta eficacia.
Pero el amoníaco es un limpiador eficaz y, cuando se maneja correctamente, es seguro.
Advertencia
Nunca mezcle amoniaco con ningún líquido que contenga lejía porque podría generar un gas venenoso.
A continuación se detallan las numerosas ventajas, consejos y algunos inconvenientes de la limpieza con amoniaco.
Para qué utilizar el limpiador con amoniaco
Puedes usar amoniaco de manera eficaz para limpiar superficies, vidrios, telas y restos de comida incrustados. Es un limpiador económico en comparación con los limpiadores de marca.
- Limpiador de superficies: se utiliza comúnmente como limpiador de superficies para bañeras, lavabos, inodoros, encimeras y azulejos.
- Descompone aceites y manchas: puede eliminar la suciedad o las manchas de grasas animales, aceites vegetales, grasa de cocina y manchas de vino en superficies, telas, tapizados y alfombras.
- Limpiador de vidrios: Se evapora rápidamente; evita las rayas al limpiar ventanas, espejos y cristales.
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Poder de limpieza intenso:
uno de los muchos métodos utilizados para limpiar microondas y hornos eléctricos; afloja las partículas de comida adheridas. -
Limpiador de joyas:
el remojo limpiador de joyas es bueno para joyas de oro, plata, platino o diamantes (no es seguro para perlas u otras piedras preciosas) - Rejillas descuidadas de la estufa : si sus rejillas ya no funcionan, colóquelas en una bolsa de basura grande, vierta 2 o 3 tazas de amoníaco, átela bien y déjela reposar durante la noche. Los vapores del amoníaco descompondrán todas las grasas y los alimentos quemados en las rejillas. Retire las rejillas y lávelas con agua y jabón para platos para eliminar los residuos de amoníaco y el olor.
Consejos para limpiar con amoniaco
Estos prácticos consejos pueden ayudarle a ahorrar dinero y mantenerse seguro al utilizar este potente ingrediente.
- Lea siempre atentamente las instrucciones del envase: utilice y consérvese de forma segura. Diluya el amoníaco correctamente. Aprenda a actuar en caso de accidente con amoníaco.
- Utilice guantes al utilizarlo: El contacto de la piel con amoníaco puede causar enrojecimiento, dolor, irritación y quemaduras.
- Fórmula del limpiador de vidrios: Prepare una solución de amoníaco (entre el 5 y el 10 por ciento del peso) mezclando 1 cucharada de amoníaco transparente con 2 tazas de agua en una botella rociadora. Rocíe la solución y séquela inmediatamente con un paño suave que no deje pelusa.
- Fórmula para limpiar el horno: Para limpiar el horno eléctrico con amoníaco, caliéntelo a 150 grados Fahrenheit mientras hierve una olla con agua. Abra las ventanas para ventilar el área. Coloque 1/2 taza de amoníaco en un recipiente no reactivo apto para horno en el estante superior y coloque el recipiente con agua hirviendo en el estante inferior. Cierre la puerta y déjelo reposar durante 8 a 12 horas. Una vez transcurrido el tiempo, abra la puerta del horno y déjelo ventilar durante una hora antes de usar una esponja, agua tibia y jabón para platos para limpiar las partículas de comida sueltas. Si debe usar este método en su horno a gas, asegúrese de que la luz piloto y las líneas de gas estén apagadas.
- Uso en el lavado de ropa para manchas comunes: remoje las manchas difíciles en telas de algodón, poliéster o nailon con una solución de 2/3 de taza de amoníaco transparente, 2/3 de taza de jabón para platos, 6 cucharadas de bicarbonato de sodio y 2 tazas de agua tibia. Déjelo en remojo durante unos 30 minutos y luego lave como de costumbre. Nunca use amoníaco en lana o seda. Nunca lo mezcle con blanqueador.
- Uso en el lavado de ropa para manchas de sangre o pasto: Trate previamente con una solución de una parte de amoníaco y una parte de agua tibia sobre telas de algodón, poliéster o nailon.
Qué no hacer con el amoniaco
Mantenga el amoníaco fuera del alcance de los niños; puede ser peligroso si se inhala en altas concentraciones. Si se ingiere, puede ser corrosivo y provocar lesiones en la boca, la garganta y el estómago. Es un irritante común para la piel y los ojos, por lo que debe utilizar guantes y protegerse los ojos cuando limpie con él.
- Si se utiliza para lavar ropa, nunca lo mezcle con cloro y no lo utilice en tejidos de seda o lana porque puede corroer las fibras naturales.
- Nunca lo use sobre piedras preciosas o perlas; puede dañar el acabado natural.
- No utilice amoníaco como limpiador de pisos sin cera. Con el tiempo, el amoníaco puede dañar los pisos.
- Evite utilizar amoníaco como limpiador de hornos a gas. La combinación de gas amoníaco y una llama viva podría provocar un incendio y representar un peligro.