Visita tu vivero favorito y es posible que veas plantas tropicales montadas sobre placas de corteza u otros materiales en lugar de macetas. Seguro que se ve muy bien, pero resulta que no es solo para lucirse. Algunas plantas, especialmente las orquídeas, son epífitas, lo que significa que viven en un árbol huésped, que a su vez las eleva por encima de los depredadores que las mordisquean y las acerca a los insectos polinizadores.
La próxima vez que decida llevarse una orquídea a casa, considere liberarla de los confines de su maceta y cultivarla en un soporte, como lo haría tradicionalmente en su hábitat tropical. No solo agregará mucho interés visual a su hogar o jardín, sino que será más fácil de cuidar (y tendrá más probabilidades de prosperar) gracias a la eliminación de algunos problemas relacionados con la maceta (como pies mojados o pudrición de la raíz).
A la hora de elegir una orquídea para montar, inspírate en la naturaleza. Las orquídeas que crecen en los rincones de los árboles en su hábitat natural tienen más probabilidades de prosperar montadas en tu casa que las plantadas en el suelo. Las orquídeas Cattleya y Phalaenopsis en miniatura son fáciles de cultivar para principiantes y son adecuadas para cultivar en un soporte. Las orquídeas Brassavola también crecen bien en soportes, aunque crecen rápidamente y, por lo tanto, pueden necesitar volver a montarlas con frecuencia, lo que puede ser un fastidio.
Algunas orquídeas son difíciles (si no imposibles) de cultivar en soportes. No deberías cultivar orquídeas grandes en soportes a menos que el soporte sea una estructura permanente al aire libre (como un invernadero), o incluso un árbol. Los cymbidiums son un gran ejemplo de una orquídea que probablemente supere rápidamente el tamaño de su soporte. Además, las orquídeas que no toleran las raíces secas, como la orquídea ludisia o la orquídea oncidium, serían difíciles de mantener lo suficientemente húmedas en el soporte para que prosperen. Las orquídeas Sarcochilus y las orquídeas Phragmipedium también exigen una humedad constante que es difícil de lograr con el cultivo en soportes.
Cómo elegir el material para el montaje de una orquídea
A la hora de elegir cómo montar tu orquídea, hay algunos factores que debes tener en cuenta: apariencia, funcionalidad y durabilidad. Cada una de estas categorías es esencial para el éxito general de tu montaje de orquídeas (aunque la apariencia probablemente sea la menos importante), y debes asegurarte de tenerlas en cuenta cada vez que vayas a montar una orquídea diferente, ya que cada variedad necesitará montajes ligeramente diferentes.
Cuando se trata de montar su orquídea, hay algunos suministros con los que probablemente se encontrará una y otra vez. Las placas de fibra de cáscara de coco son una opción popular para los jardineros que no montarán sus orquídeas directamente en un árbol. Retienen suficiente humedad y tienen un atractivo color bronce natural. Del mismo modo, las placas de corcho y las placas de corteza de ciprés tienen muchas grietas que alientan a las raíces de las orquídeas a explorar y afianzarse, aunque tenga en cuenta que la madera de ciprés puede descomponerse rápidamente en ambientes húmedos y puede ser más adecuada para uso en interiores.
La madera flotante es una opción popular para los arreglos ornamentales (la verás mucho en hoteles, tiendas y restaurantes), aunque no ayuda mucho a mejorar la humedad de tu orquídea, por lo que tendrás que estar muy atento a eso. Por último, las placas y los tótems de helechos arborescentes son opciones duraderas que retienen la humedad y que también ofrecen una apariencia más de “árbol en miniatura”.
Cómo montar una orquídea
Montar una orquídea correctamente es mucho más fácil de lo que se cree. Lo mejor de todo es que ni siquiera es necesario comprar una orquídea especialmente preparada. Cualquier variedad adecuada para montar que se compre en un vivero tradicional o en una tienda de plantas tropicales funcionará perfectamente.
Para comenzar, prepara el soporte que hayas elegido. Sujeta una cuerda o un alambre a la parte posterior del soporte con la longitud suficiente para crear un bucle del que colgarlo. Sumerge el soporte en agua tibia durante unas horas para saturarlo por completo. Mientras tanto, remoja la orquídea en agua durante aproximadamente 20 minutos (fuera de la maceta) para que sus raíces sean flexibles. Retira con cuidado todo el sustrato de las raíces de la orquídea y corta las raíces que parezcan muertas o podridas.
Coloca musgo sphagnum húmedo alrededor de las raíces de la orquídea para reducir el impacto del trasplante mientras la orquídea se establece en el soporte. A partir de ahí, fija el cepellón envuelto en musgo al soporte con alambre floral, hilo de pescar, clips de metal en forma de U, ataduras o cualquier otro cordón no biodegradable. Es importante que el cordón permanezca intacto mientras las raíces se aseguran al soporte, pero una vez que tu orquídea esté establecida, puedes cortar el cordón si te molesta (aunque es probable que ni siquiera lo notes).
Cómo cuidar una orquídea montada
El cuidado de una orquídea montada no es tan diferente al de una orquídea en maceta tradicional. Por un lado, no tienes que preocuparte por darle demasiada humedad y tu orquídea nunca se mojará los pies. Por otro lado, debes estar más atento que nunca a proporcionarle un ambiente húmedo a tu orquídea. Riega la planta al menos tres veces por semana, pero sumergiendo todo el montaje (si es posible) para saturarlo, lo que aumentará la humedad ambiental a través de la evaporación.
En general, a las orquídeas les encanta la luz del sol, por lo que debes procurar que reciban al menos 10 horas diarias de luz brillante e indirecta. Si vas a colocar tu orquídea en una estructura permanente (como un árbol), la ubicación es algo que definitivamente debes tener en cuenta. Sin embargo, si tu orquídea está montada en una estructura más móvil (como una placa), siempre puedes moverla durante el día para asegurarte de que reciba la luz adecuada.
Con el tiempo, notarás que el musgo sphagnum que aplicaste a las raíces de tu orquídea se cae. En su lugar, nuevas raíces de orquídea explorarán su entorno y desarrollarán la forma aplanada característica que ayuda a la planta a vivir su vida epífita en la naturaleza.
