Cultivar ajo en macetas es un desafío porque la planta tiene una larga temporada de crecimiento y necesita riego regular. Dicho esto, puede valer la pena el esfuerzo, puedes cultivar variedades difíciles de encontrar e incluso puedes cultivarlas en interiores . Y como ocurre con muchas frutas, verduras y
hierbas recién recolectadas , el sabor te convertirá instantáneamente en un fanático del ajo cultivado en casa. Para colmo, si cultivas ajo de cuello duro, también puedes comer los tallos. Las variedades de cuello duro crecen mejor en climas fríos, mientras que el ajo de cuello blando prefiere un clima templado.
Lo que dificulta el cultivo de ajo en maceta es que, por lo general, se planta en otoño y no se cosecha hasta mediados del verano. Mantener el ajo bien regado durante todo ese tiempo puede resultar tedioso. Para solucionar este problema, utilice una maceta grande. Cuanta más tierra haya, más humedad retendrá.
Cómo cultivar y cuidar el ajo
Cuándo cultivar ajo en contenedores
En general, debes plantar el ajo en macetas aproximadamente en la misma época en que lo plantarías en el suelo: en otoño, después de la primera helada, cuando el suelo se haya enfriado pero antes de que se congele. En la mayoría de los lugares, puedes plantar el ajo en cualquier momento entre septiembre y noviembre. Puede llevar entre seis y nueve meses desde la plantación hasta la cosecha.
Cuando esté listo para plantar, elija los bulbos de ajo en un mercado agrícola o vivero local, o cómprelos en línea. El ajo comprado en el supermercado puede crecer en un recipiente para usted, pero el ajo del supermercado a veces ha sido tratado para evitar que brote, así que si opta por esta opción, elija una opción orgánica.
Lo que necesitarás
Herramientas de equipamiento
- Paleta de jardín
- Regadera
Materiales
- Maceta grande con buen drenaje.
- Mezcla para macetas de alta calidad
- Dientes de ajo firmes, gordos y saludables.
- Fertilizante de liberación lenta (si es necesario)
Instrucciones
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Prepara el contenedor
Llene el recipiente con tierra para macetas hasta aproximadamente 3 pulgadas del borde. Si la tierra para macetas no la incluye, agregue un fertilizante de liberación lenta.
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Preparar los dientes de ajo
Coge la cabeza de ajo y separa con cuidado los dientes. Puedes dejar la envoltura de papel de cada diente.
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Plantar los clavos
Coloque los dientes con el extremo puntiagudo hacia arriba en la tierra. Deben estar separados por al menos 3 pulgadas.
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Cubrir los clavos
Eche tierra sobre los dientes con una pala. Si vive en un clima cálido, bastará con una capa de tierra de unos 2,5 cm (1 pulgada). Pero en zonas más frías, cubra los dientes con unos 5 cm (2 pulgadas) de tierra.
Presione suavemente la tierra para asegurarla encima de los dientes de ajo.
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Encuentra una buena ubicación para la maceta
Coloque el recipiente en algún lugar que reciba al menos seis horas de luz solar directa la mayoría de los días y mantenga la tierra húmeda pero no empapada.
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Una vez que el ajo brote en primavera, fertilícelo cada pocas semanas y continúe manteniendo una humedad uniforme en el suelo.
Cuándo cosechar los tallos de ajo
Los tallos de ajo son los brotes largos, sinuosos y de color verde azulado que las variedades de ajo de cuello duro producen en primavera. Los tallos tienen un sabor a ajo fresco y suave. Se pueden utilizar para preparar pesto o para dar sabor a puré de papas, ensaladas, verduras asadas y más.
Coseche los tallos cuando sean jóvenes y tiernos. Una vez que se hayan enrollado formando un círculo, estarán listos para recolectarlos. Recoger los tallos no solo es bueno para cocinar, sino que también ayudará a que el ajo crezca más grande y más sano porque enviará más energía al bulbo en lugar de al tallo de la flor.
Cuándo cosechar el ajo
Cuándo cosechar el ajo es una ciencia inexacta. Deberás cosecharlo cuando los bulbos estén maduros y antes de que comiencen a partirse y pudrirse.
La regla general es cosechar cuando las hojas empiezan a amarillear, pero es posible que tengas que desenterrar un diente para saber si es el momento de cosechar. No saques el ajo por el tallo, sino excavándolo en la tierra, teniendo cuidado de no dañar el bulbo.
Sacude y cepilla suavemente el bulbo para quitarle la suciedad. Deja las hojas, haz un manojo de ajo sin apretar y cuelga o extiende las cabezas de ajo para que se curen. Debes curar el ajo en un área bien ventilada y cálida, lejos del sol directo. El cuello tardará entre dos y cuatro semanas en secarse y la piel adquirir una textura similar al papel. En este punto, corta las puntas y las raíces. Una vez curado, guarda el ajo en un lugar fresco y seco.